
Por mucho que hable de amor o lo defina,
cuando llego al amor me avergüenzo de mis palabras.
(Rumi 1926, p.10).
Lo extraño de dejar de ser, es seguir viviendo.
Yo digo que es cuestión de cobardía
¿Por qué, cuando " ya no eres" no te arrancas la vida y eres otra cosa?.
Seguro tambíen es cosa de indesición.
Anque no sé, ¿ Quién te dijo que no eres, y cuando es que eres tú?.
Por otro lado, me molesta conocer lo dulce, si al final sé que no podré volver a consumirlo.
Es como volverse adicto a un droga fuertes y descubrir que está en estado de extinsión.
qué joda...
¿ Te quedas esperando las reservas?
¿ Buscas otras adicciones ?
¿ O te haces un buen lavado, antes de volver a recaer? .
Qué joda, en tiempos de escasez vale más ser adicto a cosas comunes.
Y como nuevo adorno lo puso en el tocador.
lo sedució con un producto de limpieza,
lo acomodó con gusto junto a las mejores cosas.
en el lugar que tiene la mejor vista,
y no pudo moverse.
sintió su porcelana estremecerse y la necesidad
de decirle todo por primera vez.
Que no era cuestión de primera vista,
que él ya la habia visto pasar por esas calles,
que se enamoró una tarde que la vió borracha.
Al primer intento de palabra
apagó la luz, se fue a dormir.
y no hizo más que esperar la tarde.
A la mañana siguiente no hubo poder que la hiciera voltear a verlo.
sólo caía maquillaje, rocios de perfume, e incluso algunas veces prendas que caian de su jugueteo con otros cuerpos.
Él bajó a buscar a otra borracha.
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moraleja:
1) no todas las borrachas tienen memoría de fuego.
2) hay más hombres cursis que mujeres.
3) chale ser borracha sin memoria.
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