Friday, November 04, 2005

1

se encontraba a medias.
justamente ahí.

bien boleados, violados y ultrajados perfectamente de unas tintas negras y olorosas.

ya no pueden más andar.
ni levantar el peso sobre su tersa piel.

nunca imaginó lo mucho que lo odiaba.
la manera dedicada
en que revolvía aceite de almendras, café, canela, clavo, incluso hasta toloache!.

mirada desafiante con cierto disimulo, su aire prepotente, sus ojos aun con sueño, aveces en presencia de una sombra femenina.

una hormiga deslizó por su lóbulo izquierdo.
se acurrucó en su nuca, y sin hacer gran caravana,
se quedo dormida.

nunca imagino lo mucho que lo odiaba.
la manera delicada en que sus piernas
desdoblaban su cabello.

¤ Esporadicas son las tardes de mis dias desvanecidos, tan tranquilas y friolentas que se niegan a moverse cuando se apaga el sol ¤´.