Alguna vez llegó a una zona casi desahabitada, donde cuando el sol más calentaba su cabeza decidió tirarse al calor del pavimento. El guilty no aguantaba más, y se preguntaba una y otra vez por qué corría de un lado a otro. Y lo peor: ¿Cómo llegó a ese lugar desierto? hasta que en uno de esos espejismos se encontró con un mujer dorada y se quedó dormido entre sus brazos.
Cuando despertó se encontró con un hombre, el cual le dió agua, comida y trabajo.
Lo trataba como hermano hasta que un día le preguntó:
- ¿ Y por qué te llaman guilty?
El guilty sólo volteó sus ojos hacía arriba y recordó que entre espejismos se cogía a la mujer dorada y salía por la ventana.
Bajó la mirada y ese día trabajó hasta tarde.
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