Disimulando no encontrar más cuerdas en camin que danzan y saltan de un pasado sin querer dejarte ir. ¿Por qué el sabor a mar te recorre de nuevo?
¿Por qué la sal y la arena se nos cuela entre las piernas? Disimulando no saber a dónde las lleva el viento.
Como ráfagas de aire encontrados en vacíos,
Apresurando al clima, a dejarnos otra vez durmiendo.
Disimulando no ser quien somos,
Y no enredarnos con otras ataduras.
Disimulando que no existe el destino, las prisas ni nada de eso que nos trajo un día a mover nuestros caudales.
Disimula pués, que la nada existe,
Si eso te hace superior.
Sí nos viene frágil el encuentro
A inundar las lenguas.
A callarlas y jugarlas entre lados,
A distraer un rato, toda clase de palabras.
De tiempos.
De prisas.
De momentos idiotas.
Desde que te dieron el poder del habla, haz sido más infeliz enredándote en palabras , en palabras que no son nada más que adjetivos de cosas no palpables, porque cuando tienes hambre es porque lo sientes, pero puedes confundir el hambre con antojo y decir " tengo hambre" , porque cuando quieres y amas lo dices, pero puedes confundirlo con cariño, y de alguna u otra manera cuando lo sientes ,cuando sientes todo ese hormigueo, esa plenitud dentro de ti, no se le llama amor, no se le puede adjudicar palabra, ni poder a todo lo que uno siente en una palabra que clasifique un subjetivo inmenso.
No deberías ponerle límite.
¿Porque al odio se le llama odio, si no cabe en 4 letras?
Definitivamente, Las palabras que tanto amo, vinieron a subjetivisar al mundo, a clasificar al ser, a dejarlo sin habla por no conocer manera alguna de llamarle a lo que realmente siente.
Disimulemos pués, que no sabemos nada.
El temperamento, entre fulgores.
Aún pensando en ser la víctima.
Aún sintiendo que no lo merecemos.
Disimulando sí,
Disimulando y haciendo como que la nada pasa.